A Pablo le encanta jugar al trompo. Debe rescatar a su amiga y mascota Pascualina de las garras de Don Chucho, el usurero del pueblo. Para ello se enfrentará a Felipe, el mejor jugador de trompo de la región. Sin embargo, ganar no es suficiente. Los demás niños del pueblo se unirán a Pablo en un acto de solidaridad, amistad y trabajo en equipo para realizar esta gran hazaña.