Repasamos esta sobrecogedora historia, en la encrucijada del deporte, la geopolítica y las influencias, que revela que nada estaba escrito de antemano y que, hasta el final, París tuvo que tirar de ingenio para conseguir la victoria y albergar los Juegos Olímpicos de 2024.
El Team
Luber Yesid
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