Sasha, una valiente esgrimista de quince años, va a formar parte del equipo olímpico. De forma inesperada, la chica se da cuenta de que hay otra vida aparte del deporte, una vida seductora y emocionante en la que los trofeos de campeona no son tan importantes. Además, fuera de la pista, su sable y su capacidad de asestar buenos golpes no tienen ningún valor.