Esta película cuenta la historia del primer campeón mundial de boxeo de África, Battling Siki. El boxeador nacido en Saint Luis (Senegal) se marchó a Francia, y allí derrotó a los mejores boxeadores de Europa. El año 1922 ganó el título mundial de peso semipesado derrotando a Georges Carpentier y convirtiéndose en el primer campeón mundial africano, aunque la historia lo presenta como campeón francés.
El racismo le perseguía allá donde iba. Le pedían que perdiera combates, pero él no lo hacía. Y acabó pagando el precio más alto. Lo asesinaron y lo abandonaron a su suerte en una calle de Nueva York, a la edad de 28 años. En 1993, el Consejo Mundial del Boxeo trasladó sus restos a Senegal.
Ha vuelto a casa, y ya era hora de que esto también se devolviera a África.